Como en las anteriores entradas de la serie, también este post tiene su origen en un libro de 1923, Dersú Uzalá, del explorador y escritor ruso Vladimir Arséniev. Otro de mis realizadores de culto –ya cité en el anterior post a Werner Herzog–, el japonés Akira Kurosawa, se hizo eco de esta bella historia en una producción de 1975 con el mismo título, aunque, al menos en la versión distribuida en España, se subtituló como El Cazador, supongo que en un intento de atraer a un público que de otro modo no iba a interesarse por la película.
El libro narra la historia real de la relación de amistad que mantuvieron el autor, un oficial del ejército ruso enviado a explorar la taiga siberiana suroriental en dos misiones entre 1902 y 1907, y un cazador de la etnia Hezhen, conocida como Gold.
Hezhen puede traducirse como "gente de oriente", y el hecho de que este singular pueblo se distribuya por un amplio territorio que se extiende por varios países da una idea del tipo de arraigo e idiosincrasia de sus integrantes. Los nanai –término más general que los identifica como "nativos"– pertenecen a la región de Amur, que abarca una vasta área entre el sureste de Siberia (Rusia) y el noreste chino, atravesado por la cuenca del río Amur, que se prolonga incluso hasta Mongolia.