martes, 28 de octubre de 2014

El Rock, cuando ambos éramos jóvenes - I

Capítulo 1: «Mecer y Rodar»



La música ha formado parte fundamental de mi vida desde que era un niño. Todo empezó, en serio, el día en que mi padre llegó de Tenerife con un radio-cassette Basf en la maleta, lo que para la época constituía todo un hito. El aparato venía acompañado de una buena cantidad de cintas de la misma marca para grabar horas y horas de lo que se nos antojara. Corrían los primeros 70.

No obstante, mi memoria se remonta algún tiempo atrás, hacia la segunda mitad de los 60, cuando mi hermana Susi y yo ya escuchábamos con atención los éxitos a 45 rpm que nuestros vecinos ponían en el pickup, las tardes de guateque en la azotea o en el patio de la casa de vecinos donde vivíamos, en la Puerta Osario. Fueron los grandes momentos de Los Bravos, Los Pekenikes, Los Salvajes...


Los Pekenikes - «Cerca de las Estrellas»

martes, 21 de octubre de 2014

30º Aniversario de «París, Texas»

En mayo de este año se cumplieron 30 años desde el estreno en Cannes de la obra maestra de Wim Wenders París, Texas. Como esta película constituye uno de mis referentes vitales, de los que ya he dado cuenta en anteriores entradas, me ha apetecido realizar este pequeño homenaje personal a tan singular y magnético film, icono de la cinematografía foránea americana.

Obviamente, es a su genial director Wim Wenders a quien obedece la mayor parte del éxito de esta brillante realización sobre un guión de Sam Shepard. Como pueden encontrarse críticas, ensayos, discusiones, alusiones, libros y toda clase de información sobre la película, al margen de las opiniones y manifestaciones contextualizadas que pueden consultarse, me limito a proporcionar información objetiva y periodística más didáctica que personal, ya que dichos datos me parecen tanto o más interesantes que los primeros.

viernes, 17 de octubre de 2014

Telarañas de Girondo


La paradoja de Oliverio Girondo, como si fuera una entelequia matemática, puede definirse como la constatación del clasicismo de un poeta impulsado por su creciente universalidad, y a la vez, referenciado y venerado por la singularidad de su rebeldía poética, rompedora de esquemas tradicionales.

Es más, este paradójico axioma definitorio, en realidad, se concreta en lo que verdaderamente es y representa su obra: un entusiasmado agradecimiento por el sólo hecho y satisfacción de ser, u otras tantas veces un descarnado desarrollo de lo caótico, de lo trágico o de la aceptación forzosa de lo dado.

GRATITUD    VS.   ES LA BABA
      
Gracias aroma                        Es la baba.
azul,
Su baba.
fogata
La efervescente baba.
encelo.
La baba hedionda,
Gracias pelo
cáustica;
caballo
la negra baba rancia
mandarino.
que babea esta especie babosa de alimañas
Gracias pudor
por sus rumiantes labios carcomidos,
turquesa
por sus pupilas de ostra putrefacta,
embrujo
por sus turbias vejigas empedradas de cálculos,
vela,
por sus viejos ombligos de regatón gastado,
llamarada
por sus jorobas llenas de intereses compuestos,
quietud
de acciones usurarias;
azar
la pestilente baba,
delirio
la baba doctorada,
(...)
La agria baba oxidada.
Gracias a lo que nace,
(…)
a lo que muere,
La baba disolvente.
a las uñas
La baba.
las alas
¡Sí! Es su baba...
las hormigas,
lo que herrumbra las horas,
los reflejos
lo que pervierte el aire,
el viento
el papel,
la rompiente
los metales:
el olvido
lo que infecta el cansancio.
los granos
Los ojos,
la locura.
la inocencia,
Muchas gracias gusano.
con sus vermes de asco,
Gracias huevo.
con sus virus de hastío,
Gracias fango,
de idiotez,
sonido.
de ceguera,
Gracias piedra.
de mezquindad,
Muchas gracias por todo.
de muerte.
Muchas gracias.
(…)
Oliverio Girondo,
agradecido.

Orlando Trípoli   «La Guinniada»

miércoles, 8 de octubre de 2014

Yarsagumba. «Hierba de verano, gusano de invierno»


En las vitrinas de las tiendas especializadas de Hong Kong puede encontrarse un producto más valioso que el oro, expuesto como si fuera una joya de diamantes. Se trata de un gusano parasitado por un hongo, el yartsa-gunbu o yarsagumba, en lenguaje tibetano: «hierba de verano, gusano de invierno».
«Una planta medicinal que remedia casi todas las enfermedades, el elíxir de la eterna juventud, un potente afrodisíaco natural, la píldora de la vitalidad.»
De su comercio dependen centenares de miles de personas –hombres, mujeres y niños– y genera varios miles de millones de euros de ingresos en un solo año.


El hongo-oruga es una larva de la polilla fantasma infectada bajo tierra por esporas del hongo Ophiocordyceps Sinensis, conocido como cordyceps a secas, que la parasita y devora su cuerpo hasta dejarla en el exoesqueleto. Cuando llega la primavera, en los fértiles prados altos de la meseta del Tíbet y algunas áreas de la cordillera del Himalaya, a 5.000 mts. de altura, entre la hierba brota un pequeño tallo de color parduzco, conocido como estroma, que sale a la luz desde la cabeza de la oruga. Cualquier intento de cultivo por parte del hombre ha fracasado hasta el momento.