miércoles, 30 de abril de 2014

Trece canciones (entre otras muchas) muy bonitas

Resulta que iba a incluir algo sobre el artista Liu Bolin cuando de repente cambié mis intenciones para poner algo sobre mí, sobre lo de dentro de mí, seguramente a través de algunos párrafos de cosas que escribo de vez en cuando, algunos textos de relatos cortos, quizás un artículo periodístico sobre la sensibilidad y, como no, algo de música para acompañarlo.

Al empezar a recopilar los temas más apropiados para el post he vuelto a cambiar de objetivo, como me pasa muchas veces, y he decidido centrar esta entrada en trece canciones –que podían ser catorce, veinticuatro o ciento seis- que me parecen muy bonitas, sin perjuicio de continuar engordando la lista más adelante.

viernes, 4 de abril de 2014

Un lector que quería ser poeta


«EL AMANTE DE LIBROS»

Estaba obsesionado con la poesía y los poetas, aunque él nunca terminó de creerse uno de ellos -es verdad que su prosa contiene gran carga lírica mientras que la mayor parte de su poesía es muy prosaica- pero ante todo era un entusiasta, un vitalista:

Yo he sido feliz durante todos los días de mi vida, al menos durante un ratito.

…y un amante de la belleza literaria:

Alguien prendió un cigarrillo y se puso a llorar. Imposible escribir poemas. Estoy enamorado.

Ya estoy cansado, no puedo escribir más (quiero dejar mi cuerpo en la playa, tal vez alguna persona se acerque y se lo lleve).

Manifestaba su pasional amor por la literatura sin complejos:

Lo más importante no es escribir sino leer… …uno empieza comprando libros, o robándolos, y termina leyéndolos. Pero en mi caso se ha convertido en una obsesión, compro libros y a veces ni siquiera los leo, los acaricio.


miércoles, 2 de abril de 2014

Ningyô Jôruri - BUNRAKU


Bunraku responde a un género teatral clásico japonés de títeres para adultos, aunque se cree que hace referencia a la persona de Uemura Bunrakuken, quién estableció un pequeño teatro en Osaka en el año 1805, contribuyendo al auge de este arte escénico que tuvo su máximo florecimiento medio siglo atrás, si bien sus orígenes se remontan al s. XVI. Algunos puristas opinan que lo más adecuado es llamar a este género teatral Ningyô Jôruri -ningyô se traduce como muñeco, o títere en este caso por extensión, y Jôruri es la narración recitada que acompaña la escenificación-.

Más adelante, a partir del último cuarto del siglo XIX, el teatro Bunraku-za contribuyó a divulgar el término Bunraku, que se convirtió en sinónimo de la antigua forma escénica Ningyô Jôruri, y que finalmente terminó imponiéndose popularmente como definición de este tipo de teatro, que goza del reconocimiento de la UNESCO como “Obra maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad”.