jueves, 3 de noviembre de 2016

Pierre Gonnord - Retratista


Michael Kiwanuka   «Cold Little Heart»


«No soy un profesor -un artista-, soy más bien un vividor»
«Lo que empezó siendo una afición ahora se ha convertido en una droga, en un estilo de vida»
«Yo no estuve nunca en una escuela, y las venero y las respeto y ojalá pudiera haber estudiado, [pero sigo, he aprendido de nuestros grandes maestros porque lo importante es no perder nunca tu música interior]»
«Jean Paul Sartre decía que los filósofos eran funcionarios de la humanidad, y quisiera que los fotógrafos sintiéramos que también lo somos»
«Estoy contento de formar parte del ritual del retrato porque es donde más vivo me siento»
«La vida es un drama muy grande y muy bello»
«Alguien me preguntó: ¿Porqué nadie sonríe en tus fotos?, pues en la historia de la humanidad [en los retratos] hay poca gente que sonría, no se ve la sonrisa salvo en el grotesco del XVIII o en [los anuncios de] las firmas americanas como Coca-Cola, donde todo va bien»
«La fotografía nunca es real, por lo tanto siempre es subjetiva, lo que se ve no es lo que aparecerá después en el retrato. [...] Lo que se atrapa en el instante es sólo un poquito del otro. [] Si no hay ganas de plasmar [de absorber] la belleza, la fragilidad, la ternura, la inteligencia del otro, el retrato se quedará en algo ortopédico y clínico»
Pierre Gonnord - Todos los derechos reservados

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2 comentarios :

  1. Vaya por delante, no conocía a este artista, pero ya no lo olvidaré.
    Al ver la obra -maestra- de este autor, en un primer momento minimizada, me ha asaltado una duda, erizado el vello y motivado una inquietud, pero voy a la duda. He pensado: ¿Se trata de un pintor hiperrealista o de un fotografo surrealista...? Ampliando la imagen, y solo así, he resuelto la incógnita. Tanto da. Lo importante no es la herramienta, sino la obra. Pierre Gonnord podría usar un pincel o una cámara analógica, tanto como una pluma o una partitura, para describir/retratar el alma implícita en esos rostros humanos, más humanos que nunca. Y lo consigue, seguramente por azar, con una cannon. Lo curioso es que, aún y así, yo lo veo más pintor que otra cosa. Será por la doble personalidad en algunos personajes -mineros transformados en arlequines, guapos camuflados de feos o feos aparentando ser guapos, ninfas caidas de una obra de Velázquez e inquietantes miradas prestadas de Rembrandt-. Nada es lo que aparenta ser, como la vida misma. O tal vez todo lo contrario.
    Al final me voy a poner metafísico, pero es que mirar la obra de Pierre Gonnord da para eso, y para mucho más.

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  2. Entiendo lo que dices. Yo también quedé impactado cuando lo conocí, tanto que me puse manos a la obra con este post. Si te gustó, y muy a propósito de lo que comentas, mira esta entrada:
    https://acto-poetico.blogspot.com/2014/06/joyas-escondidas.html

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