miércoles, 19 de marzo de 2014

¡Qué bello es el cine!

 

Durante estos días se ha inaugurado en Madrid una exposición que celebra los 25 años de vida del estudio de animación Pixar y que permanecerá abierta hasta el 22 de junio. En la mísma, John Eggleston, diseñador de producción de Los increíbles, ha manifestado: "lo que me entra en el corazón, el alma y el cerebro es la narración y el contenido emocional...".

Los apasionados del cine guardamos en la memoria alguna frase, algún diálogo, un gesto o escena, una música de una película que nos produce una particular emoción, que relacionamos con un recuerdo o una vivencia, o que simplemente nos hace sonreir, llorar o pensar...

Siempre he querido almacenar esos pasajes en una especie de biblioteca virtual de donde sacarlos de vez en cuando como recurso didáctico para que no caigan en mi olvido. Cuando veo la oportunidad, entremeto alguna cita o diálogo en el transcurso de conversaciones informales, sobre todo cuando los interlocutores saben de qué va la cosa, otras veces, de tanto repetirlas he conseguido que alguien se interese por la peli en cuestión de forma inintencionada. Ocasionalmente repito una musiquilla o mentalizo una escena que viene al caso en una determinada situación cotidiana. Hoy me he puesto manos a la obra para ver si soy capaz de contribuir a la causa, esta vez con toda la intención.


"...And the winer is...!"

Escena de Bus Stop
Como no podía ser de otra manera, el primer lugar lo ocupa el recurrente "nadie es perfecto" con que finaliza una de las joyas de Billy Wilder, Con faldas y a lo loco (1959), protagonizada por tres sólidas estrellas: Marilin Monroe, a la que no siempre se le hizo justicia durante su carrera cinematográfica y que sin embargo goza de reconocido prestigio en la actualidad -como muestra de su categoría artística baste mencionar sus papeles en Bus Stop (1956), de Joshua Logan, quizás el mejor trabajo de su carrera, o el desarrollado en Con faldas y a lo loco, por el que obtuvo su segundo Globo de Oro-. Al mito icónico Monroe la acompañan el incombustible y camaleónico Jack Lemon, y todo un ejemplo de profesionalidad representado por la figura de Tony Curtis, en una más que meritoria interpretación de un simpático galán, enredoso y pícaro, muy acorde con el estilo de las comedias de finales de los 50'.

He aquí el hilarante diálogo final de la película, que se ha convertido en una de las escenas más representativas de este género cinematográfico.



«BAILANDO CON LOBOS (1.990)»

Kevin Costner sorprendió con este redondo trabajo sobre la conquista del Oeste, que él mísmo protagonizó junto a verdaderos "pieles rojas" que compartieron papeles secundarios. La película contiene varias escenas con fuerte carga emotiva y algunos planos paisagísticos muy atractivos para el espectador de cine.
 
"Hemos llegado lejos tú y yo..."



«AMERICAN BEAUTY (1.999)»

Esta película ha sido calificada por algunos críticos como una de las mejores óperas primas de la historia del cine. Aunque el atributo parezca algo pretencioso, lo que resulta evidente es que Sam Mendes se lució en su estreno cinematográfico, aunque a mi parecer no ha sabido mantener la consistencia mostrada en sus primeros trabajos y ha terminado por diluirse entre un universo de mediocridad.

No obstante, no cabe duda de que American Beauty contiene numerosos momentos inolvidables, imposibles de reproducir en este post todos ellos.

La primera vez que vi la escena de la bolsa flotando en el aire con la música de Tomas Newman de fondo y el espectacular monólogo de Wes Bentley (como Ricky Fitts) ante Thora Birch (como Jane Burnham), me quedé absorto y conmocionado, desde entonces no he dejado de conmoverme ante "tanta belleza como hay en el mundo..."

El vídeo corresponde a un clip del tema de la banda sonora, en el que no aparecen los actores, pero me ha parecido más interesante en este caso resaltar la plasticidad de la imagen junto a la idoneidad de la música.
"Era uno de esos días en que está a punto de nevar... y el aire está cargado de electricidad. Casi puedes oírla, ¿verdad? Y esa bolsa estaba bailando... conmigo... como un niño pidiéndome jugar, durante quince minutos. Es el día en que descubrí que existe vida bajo las cosas y una fuerza increíblemente benévola que me hace comprender que no hay razón para tener miedo... jamás. El vídeo es una triste excusa, lo sé, pero me ayuda a recordarlo; necesito recordar a veces que hay tantísima belleza en el mundo que siento que no lo aguanto, y que mi corazón... se está... derrumbando."

Otra buena muestra de carga de profundidad es la que se atribuye el protagonista, Lester Burham (Kevin Spacey), en la parte final de la película:
"Recuerdan esos pósters que decían 'Hoy es el primer día del resto de tu vida', pués eso es cierto salvo en una ocasión, el día en que te mueres."
Para concluir, me quedo con la voz en off de Lester Burham en el impresionante final de la película, cuando es asesinado. El corte del vídeo viene precedido de un diálogo con Mena Suvari (Angela Hayes en la cinta) en el que ésta le pregunta: "-¿Cómo estás?"; tras una larga pausa Lester contesta: "-Hace mucho tiempo que nadie me pregunta eso"; y con una leve sonrisa en el rostro prosigue escuetamente: "-Estoy muy bien". Luego Angela se marcha y él se queda sólo en la cocina, repitiendo la última frase mientras sonríe abiertamente.


"¡Vaya, vaya!, ¡Vaya, vaya, vaya!". Como Lester, también recurro de vez en cuando a un marco con fotografía mientras repito compulsivamente: "...y Jane... y Caroline...".


«CAMINO A LA PERDICIÓN (2.002)»
 
Segunda obra de Sam Mendes que mantuvo un alto nivel, aunque sin llegar al de su predecesora -es difícil superar un bautizo como el de American Beauty-. No pasa desapercibida su excelente fotografía, sintetizada en la atrayente puesta en escena del pasaje en que Tom Hanks acaba con Paul Newman. En este caso me quedo con otro brillante diálogo entre el hijo menor de Michael Sullivan (Tom Hanks), ahijado del Jefe mafioso John Rooney (Paul Newman), y el violento hijo de éste, Connor (Daniel Craig), que se dedica a ajustar cuentas dentro de la familia. Connor, de gatillo fácil, quien se excede en los castigos con la facilidad de quién se come una naranja y tiene sobre sus espaldas un largo historial de delitos y asesinatos, está celoso de Michael.

Durante una celebración en casa del Jefe Rooney, éste se sienta al piano y empieza a tocar, su ahijado Sullivan se sienta junto a él y le acompaña al teclado. Connor los observa con curiosidad mostrando una abierta sonrisa que se torna en displisencia cuando finaliza la melodía y Rooney abraza a su ahijado cariñosamente. Entonces, el hijo menor de Sullivan se acerca a Connor y le pregunta inocentemente:
"- ¿Porqué siempre te ríes?
 - Porque todo es gracioso de cojones".
Contesta Connor con gesto serio, mirando fijamente al pequeño.

«FORREST GUMP (1.994)»

Esta genial película cómico-dramática, dirigida por Robert Zemeckis, es una adaptación de la novela del mismo nombre que publicó en 1986 Winston Groom. Es difícil encontrar en el cine una adaptación tan conseguida como ésta. De hecho, el guión es uno de los componentes más sólidos de la película, con geniales diálogos y frases lapidarias sacadas de la novela. El tierno Forrest no deja a nadie impasible con sus inocentes deducciones y su caracter humilde y afable. Una sencilla obra maestra que no me canso de ver, y de oir, tanto por su excelente banda sonora como por perlas como éstas:

Sobre su amor, Jenny Curran (Robin Wright)
"Es curioso lo que un jóven recuerda. Porque yo no recuerdo haber nacido, no recuerdo lo que me regalaron para mi primera Navidad y no recuerdo a dónde fui para mi primer pic-nic. Pero si recuerdo la primera vez que escuché la voz más dulce de todo el mundo. Yo nunca había visto nada tan hermoso en toda mi vida, era como un ángel.
"¿Porqué no me quieres Jenny?  Ya sé que no soy muy listo pero sé lo que es el amor."
"Nunca llegué a saber porqué había vuelto, pero no me importaba, era como en los viejos tiempos, volvíamos a ser como uña y carne. Cada día yo cogía flores bonitas y se las ponía en su habitación y ella me hizo el mejor regalo que nadie pueda recibir en el mundo [zapatillas de deporte], ¡y hasta me enseñó a bailar! En fin... ella y yo eramos como una familia, fue la época más feliz de mi vida."
Ante su tumba: "Si necesitas algo, no estaré lejos." 
El padre de Jenny abusaba de ella cuando era niña, al regresar con Forrest tras su largo periplo hippie, dando un paseo, Jenny se reencuentra con la casa semiderruida donde vivió:

  "A veces, no hay suficientes piedras..."

Forrest espera el autobús para ir a casa de Jenny sentado en un banco. Se come los bombones que le lleva de regalo y los ofrece a otras personas que esperan también en la parada de autobús. No para de hablar contándoles su historia -la película-. En un momento dado comenta a un hombre obeso y maduro y a una entrañable abuelita que él era el dueño de Gambas Bubba-Gump, por lo que apareció en la revista Forbes como millonario. El hombre se marcha refunfuñando:
"- Me han contado muchas bolas en mi vida pero ninguna como ésta. ¡He estado hablando con un millonario!"
La abuela, con un tierno gesto de complicidad lo tranquiliza: "- A mí no me importa. Es una historia tan bonita. ¡Y usted la cuenta tan bien!"

Sería imposible relacionar todas las frases, los diálogos, las situaciones y los grandes momentos de esta película, pero ahí van algunos ejemplos:

  • "La verdad, aunque yo siempre iba corriendo, nunca pensé que eso me llevara a ningún lado."
  • "Mi mamá dice que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar."
  • "Si Dios hubiera querido que todos fuéramos iguales, a todos nos habría puesto aparatos en las piernas."
  • "Debe ser difícil ser un Presidente."
  • "Yo no sé mucho de casi nada."
  • "Haz lo mejor que puedas con lo que Dios te ha dado."

  • - Soldado Gump, ¿para qué estás aquí?
  • - Para hacer todo lo que usted mande mi sargento.
  • - ¡Demonios Gump! ¡Es la mejor respuesta que he oído en toda mi vida!

  • - ¿Has estado alguna vez en un barco de gambas, Forrest?
  • - No, pero he estado en un barco de personas.

Mi amigo Kiko y yo debemos dar gracias a esta película por su contribución personal. Ahora ya no mandamos "a tomar por culo" ni "maldecimos nuestra estampa", ahora lo que hacemos es recurrir al ficticio "¡¡CONDADO DE GREENBOW, A-LA-BA-MA!!". Para las justificaciones hemos tomado nota de las disculpas de Forrest hacia el Teniente Dan por "...estropear su fiesta de Año Nuevo", pero es que "...ella olía a cigarrillos". Y ante la sorpresa espontánea de un descubrimiento interesante aludimos a las piernas de titanio del Teniente Dan: "¡Piernas mágicas!".


«CINEMA PARADISO (1.988)»

Giuseppe Tornatore realizó esta emotiva película con una sobresaliente banda sonora de Ennio Morricone. La entrañable historia sintetiza el amor por el cine de un viejo operador de cámara de un cine de pueblo, representado con maestría por Philippe Noiret, y de un niño que lo considera magia, papel brillantemente interpretado con frescura y desparpajo por un pequeñísimo Salvatore Cascio. El desarrollo argumental llega al culmen cuando Salvatore, 30 años después de haber abandonado el pueblo, recoge el legado de su amigo Alfredo, fallecido, y encuentra una caja de celuloide montado con los cortes de los fragmentos censurados en las películas proyectadas durante toda su vida. ¡Cine en estado puro!



«LA LEYENDA DE LA CIUDAD SIN NOMBRE (1.969)»

Épica y singular comedia musical de un western del 69 (¿¡!?). Así es. La obra reune a dos pesos pesados de las pelis del Oeste, duros donde los haya -Lee Marvin y Clint Eastwood-, que se pasan la película cantando, que adquieren en subasta a la mujer de un mormón -Jean Seberg-, se van a vivir ambos con ella, en pecado, a una cabaña construida con la ayuda de 300 mineros sucios y borrachos que buscan oro entre borrachera y borrachera en el interior más profundo de los bosques de California, dónde lo más parecido a una mujer que puede encontrarse en una osa grizzly. Este argumento conmocionó a la puritana sociedad norteamericana de la época y la película no triunfó en cartelera (¿quién lo hubiera adivinado?). Evidentemente, es una obra imprescindible en la que los protagonistas se lucen no sólo como actores y que además contiene testimonios como estos:
Horace Tabor, mientras los ciudadanos abandonan la Ciudad sin Nombre:
- ¿Te marchas, Ben?
- Ben Rumson (Lee Marvin): No.
- Yo tampoco. Creo que hay dos clases de personas en el mundo: las que se marchan y las que se quedan ¿No es cierto?
- No, yo no lo creo.
- Pues, ¿qué crees tú?
- Pues que hay dos clases de personas: las que van a alguna parte y las que no van a ninguna. Eso sí que es cierto.
- No estoy de acuerdo, Ben.
- Porque no sabes de qué demonios estoy hablando. Soy un ex-ciudadano de ninguna parte. A veces echo de menos mi hogar.

«Estrella Errante»

Nací marcado por una estrella errante

Las ruedas estan hechas para rodar,
las mulas para cargar,
nunca encontré un paisaje
que no mejorara al mirar atrás

Nací marcado por una estrella errante

El barro puede aprisionarte,
las llanuras pueden abrasarte,
la nieve puede quemarte los ojos,
pero solo la gente te hace llorar

El hogar existe para partir,
para soñar con regresar a él.
Con un poco de suerte
esos sueños no se harán realidad.

Nací marcado por una estrella errante

Yo se dónde está el infierno,
el infierno es una bienvenida.
El Cielo es un adiós para siempre,
es mi hora de partir.
Nací marcado por una estrella errante
una estrella errante, errante…

El barro puede aprisionarte,
las llanuras pueden abrasarte,
la nieve puede quemarte los ojos,
pero solo la gente puede hacerte llorar

El hogar existe para partir,
para soñar con regresar a él.
Con un poco de suerte
esos sueños no se harán realidad.

Nací marcado por una estrella errante

Cuando llegue al Cielo,
que me aten a un árbol
o comenzaré a vagabundear
y pronto sabrás de mí.
Nací marcado por una estrella errante
una estrella errante, errante…




Los Rumson acogen en su casa a un pastor religioso y a su familia, durante una velada tiene lugar la siguiente conversación entre Lee Marvin y la mujer del predicador:
- Señora Fenty: Señor Rumson, ¿es que cree usted que todo lo que produce la tierra debe usarse para hacer licor?
- Ben Rumson: Si, siempre que sea posible.
- Señora Fenty: Debería leer la Biblia, señor Rumson.
- Ben Rumson: Ya he leído la Biblia, señora Fenty.
- Señora Fenty: ¿Y no le animó a dejar la bebida?
- Ben Rumson: No, pero frenó mi interés por la lectura. ¡Bienvenido al Infierno Reverendo! (tomando un trago de la botella).

«ZORBA EL GRIEGO (1.964)»

He dejado para el final la cálida danza de Anthony Quinn y Alan Bates en esta tragicomedia griega (la producción es americana) con música de Mikis Theodorakis. Sin palabras. La síntesis de la película podemos encontrarla en el siguiente diálogo entre los protagonistas:
- ¡Maldita sea, jefe! Me agrada demasiado como para no decirlo; usted lo tiene todo excepto una cosa: locura. Un hombre necesita un poco de locura, o si no...
- ¿O si no?
- Nunca se atreve a cortar la cuerda y a ser libre...



Se quedan en el tintero muchas otras genialidades, otros momentos inolvidables, pero entonces no terminaría nunca. Espero volver a acometer la tarea más adelante e incluir la exótica danza oriental de "El marido de la peluquera"; la escena coloreada de una de las mejores películas en blanco y negro sobre siquiátricos, la controvertida "Corredor sin retorno", del controvertido Samuel Fuller; o la sentencia de que "nada está escrito" del recientemente desaparecido Peter O'Toole en "Lawrence de Arabia", y su paseo triunfal por encima de los vagones del tren; la desesperación en el rostro triste de "Derzu Usala" cautivo en la ciudad o su enérgica defensa de la vida que late en la tundra siberiana (!cómo me gusta Akira Kurosawa¡); ...y la sonrisa de Paul Newman; el martilleante tarareo de Klaus Kinski bajando el río en "Aguirre, la cólera de Dios"; la descripción del imaginario poblado de Jiménez en "Los tres entierros de Melquiades Estrada"; algo de Michael Shannon en "Revolutionary Road" y de Clint Eastwood en "Los Puentes de Madison"; ¿y porqué no?, también el sensual baile de Cantinflas en "El Bolero de Ravel" y una actuación de Joselito o Marisol, de esas que me cautivaron cuando mi abuela Amparo me llevaba al cine "Bosque", de verano, con un bocadillo de tortilla de patatas liado en pringoso papel de periódico y una botella de agua fresca tapada con un trozo de papel de periódico enrollado (la de utilidades que tenía entonces el papel de periódico, sin una sola campaña de promoción del reciclado), dónde el aroma a higos chumbos y moñas de jazmines inundaba un patio de butacas en el que podías ver una salamanquesa tatuada en la cara de John Wayne.

Safe Creative #1404090553559

2 comentarios :

  1. Anónimo4/24/2014

    Sensacional!! Coincido en muchas de las geniales citas que has resaltado.

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    1. Gracias, sabía que había más gente que se entusiasmaba con ellas. Es grato compartir sensaciones.

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